domingo, 18 de octubre de 2009

¿Hasta cuándo?

por Deborah Maniowicz para revista XXIII
Octubre de 2009

¿En qué consiste el proyecto de la línea telefónica para informar sobre aborto?

Es una línea telefónica de acceso público donde cualquier mujer puede obtener información sobre el aborto seguro realizado con el medicamento misoprostol, sus riesgos y sus efectos, sobre anticoncepción de emergencia y sobre sus derechos frente al personal del sistema de salud, como una herramienta de defensa frente a la violencia obstétrica. No juzgamos las decisiones de las mujeres ni intervenimos en estas decisiones. No aconsejamos ni recomendamos ni prescribimos medicamentos. Reproducimos información pública, principalmente de la OMS (Organización Mundial de la Salud, accesible en http://www.iwhc.org/storage/iwhc/documents/who_guidance_en_espaol.pdf), de la FLASOG (Federación Latinoamericana de Sociedades de Obstetricia y Ginecología(http://www.flasog.org/images/misoprostol.pdf), del Consorcio Latinoamericano contra el Aborto Inseguro (http://www.clacai.org/) y del Consorcio Médico sobre Aborto con Medicamentos (http://www.medicalabortionconsortium.org) , entre otras. La línea no recomienda, no prescribe, no aconseja, no anuncia medicamentos, ni la información brindada compromete de manera alguna a las mujeres en sus decisiones. Reproducimos información libre de prejuicios, valoraciones morales ni juicios de valor y sí, en cambio, científicamente confiable.

El misoprostol es una droga que tiene múltiples usos obstétricos. No sólo es un abortivo considerado sin riesgos por la OMS en las primeras semanas de embarazo, sino que también se utiliza para facilitar el trabajo de parto en embarazos a término, para inducir bajo supervisión médica abortos de segundo trimestre cuando se produce muerte fetal o existe riesgo para la salud de la gestante, para terminar abortos incompletos y para terminar con hemorragias pos parto. La OMS incluye al misoprostol en su listado de medicamentos esenciales (es decir, aquellos que no pueden faltar en ningun servicio de salud básico). El uso de medicamentos para realizar abortos seguros lleva más de veinte años como práctica establecida y es recomendada por la OMS y otros organismos por su eficacia y bajo riesgo de muerte y complicaciones cuando se realiza siguiendo el método correcto, el cual es muy sencillo. De hecho, por estas características lo consideran un método seguro muy valioso y útil en contextos donde el acceso al aborto está impedido o dificultado y donde el acceso a servicios de salud es malo. En los países donde el aborto es legal, las mujeres reciben información en el sistema de salud acerca de los distintos métodos y son ellas quienes deciden cuál es el mejor para sí mismas. Cuando se considera el aborto con medicamentos, existe la opción de utilizar el misoprostol en las instalaciones de salud o en la propia casa. El aborto con medicamentos es muy elegido porque muchas lo ven como más natural y porque les permite recuperar el control sobre los procesos que tienen lugar en sus propios cuerpos, potenciando su autonomía.
Sin embargo, todavía muchas mujeres no saben que este método existe. Las que saben, suelen obtener información confusa e incompleta. Según el Ministerio de Salud de la Nación, en promedio todas las mujeres abortamos dos veces en nuestra vida, y, por otro lado, el 60% de las embarazadas argentinas no planificó su embarazo. Hace años, la principal causa de muerte de embarazadas en el país deriva de las prácticas abortivas inseguras. Digamos que a través de sus varias aplicaciones es una droga que impacta específicamente en bajar los índices de mortalidad materna, índices que en Argentina son extremadamente altos y que todos los comités internacionales de derechos humanos piden que sean bajados inmediatamente. En Argentina el misoprostol es legal y es comercializado por los laboratorios Beta (bajo la marca Oxaprost) y Casasco (bajo la marca Blokium Prost).

Derechos en que nos basamos:
• A la libre expresión: tod@s tenemos derecho a expresar nuestras opiniones, creencias y a difundir datos, experiencias, teorías, técnicas.

• A gozar de los beneficios del progreso científico y de sus aplicaciones: la OMS y la FLASOG establecen un método sencillo para abortar con misoprostol. Esto permite a una gran mayoría de mujeres abortar en su hogar sin riesgos, con mínimo control médico posterior, igual al necesario frente a un aborto espontáneo. Los costos de
producir misoprostol en laboratorios son muy bajos, cualquier país puede fabricarlo. El aborto con misoprostol está entre los más recomendados por l@s médic@s en el mundo y es usado por millones de mujeres.

• A la información: el método para abortar con misoprostol es un avance tecnológico concreto que debe estar a disposición de tod@s l@s que pueden beneficiarse de su uso. El Estado debe eliminar las barreras para que las mujeres accedamos a la información, en especial si afectan nuestra salud y la prevención del embarazo no deseado. El derecho a enseñar y aprender garantiza la circulación de conocimientos sin que queden confinados a núcleos de expert@s y que tod@s puedan requerir, adquirir y difundir conocimientos sobre cualquier tema.

• Derechos de las mujeres a controlar nuestra propia salud y cuerpo, a la salud integral y al disfrute del más alto nivel posible de salud: todas tenemos derecho a decidir sobre nuestra salud y nuestro cuerpo con información verídica, conocimiento de causa y de las opciones disponibles. El Estado está obligado a darnos información sobre métodos de aborto seguro, y no puede trabar las medidas adoptadas por cada mujer para lograr sus objetivos de salud. La criminalización del aborto fuerza su práctica clandestina imponiendo riesgos para la integridad y salud física, mental y social de las mujeres. Los riesgos son mayores para mujeres excluidas y pobres. El estado debe eliminar los riesgos para que no tengamos que recurrir a abortos peligrosos y para reducir la mortalidad evitable. Naciones Unidas recomienda a los Estados eliminar las sanciones a mujeres que abortan y garantizar servicios de aborto seguro.

• Derecho de las mujeres a decidir: Las mujeres somos libres de decidir si deseamos reproducirnos y en qué momento. Ante un embarazo no deseado, el Estado debe brindarnos información completa, veraz y científicamente fundada sobre todas las opciones para que decidamos con libertad e información. En nuestro país el aborto es una opción legal para las mujeres cuando el embarazo es consecuencia de una violación o abuso, ya sea por parte de varones de nuestra familia, pareja o extraños, y cuando su vida y/o salud se ponen en riesgo por el embarazo.
En estos casos, el Estado debe garantizar el acceso al aborto, no puede poner trabas, ni castigarnos.

• A la intimidad y la confidencialidad: el Estado, la policía, l@s médic@s y enfermer@s, l@s abogad@s defensor@s, deben respetar la intimidad. La policía no puede entrar a tu casa ni llevarse cosas sin orden escrita firmada por un@ juez@. Tampoco puede hacerte preguntas y nadie, ni siquiera un@ juez@ puede obligarte a responder preguntas cuando estás acusada, o creés que te pueden acusar de un delito. Toda la información que das a l@s médic@s y auxiliares durante tu atención, incluso en complicaciones por aborto o violencia sexual, es confidencial y secreta, igual que tu tratamiento, estudios y diagnóstico. L@s médic@s no pueden compartir la información con la policía o l@s jueces. El no respeto a la confidencialidad afecta negativamente la salud y bienestar de las mujeres. Violar el deber de confidencialidad es un delito grave.

• A la igualdad y no discriminación: son prohibidos el machismo, sexismo, la homofobia, lesbofobia, misoginia y el racismo. Negar información y servicios de anticoncepción y aborto legal a una mujer es una discriminación prohibida. El Estado debe garantizar estos derechos cuando l@s encargad@s de prestarlos se niegan por razones de conciencia.

¿En qué paises funciona?

Funciona en Ecuador desde hace casi dos años, en Chile desde el 28 de mayo de este año, en Argentina desde el 31 de julio y a fin de año comenzará a funcionar en Perú. También se prepara en otros países de América Latina. No es casual que un proyecto de estas caracteristícas se asiente y extienda en esta región. Los sectores conservadores en Latinoamérica se han encargado también de monopolizar la información para que sólo algunas elites accedan al conocimiento, con clara conciencia de que esto es un mecanismo de poder. Aún antes de la existencia de proyectos como la línea de información, el aborto clandestino con misoprostol estaba ya muy extendido en el plano regional, y ese es uno de los motivos principales por el cual es indispensable difundir información correcta, veraz, completa, científica y sin prejuicios para que sea un método realmente eficiente, de manera que las mujeres no interpreten que no funciona y que su única opción sería recurrir a métodos inseguros como las sondas, agujas, hierbas, etc. Es decir, brindar información adecuada sobre uso eficiente y correcto del misoprostol es una manera de reducir los daños causados por el aborto inseguro. Lo que sucede en general es que la información circula mal y cualquier método mal usado tiene riesgos.

¿Cuándo comenzó a funcionar la línea en Argentina?

La línea se puso en funcionamiento el 31 de julio de este año.

¿Cuántas visitas recibieron?

No recibimos ninguna visita porque no tenemos ningún tipo de contacto personal con las mujeres, no somos una clínica, ni un consultorio ni una consejería. Las mujeres sólo interactúan con nosotras por vía telefónica.
Durante el primer mes se recibieron 345 llamados, incluyendo a mujeres de todas las edades, y de 17 provincias.
Actualmente, el número de llamadas diarias se ha quintuplicado, gracias a la difusión de los medios de comunicación, del movimiento de mujeres y de otras organizaciones sociales que sostienen este proyecto en todo el país. Ya han llamado de todas las provincias.

¿Quiénes atienden el telefono (medicos, voluntarios, psicologos...)?

En la articulación que lleva adelante este proyecto regional no somos médicas ni quienes atienden la línea, ni quienes hacemos el trabajo de vocería. Sí trabajamos con médicos y médicas expertos/as en temas de misoprostol y aborto con medicamentos. Con ellas/os construimos en conjunto nuestro protocolo de atención y estamos actualizándonos permanentemente.

La idea de no ser médicas es uno de los principios políticos del proyecto, ya que consideramos que la transmisión de conocimiento entre pares es un gran método para abordar temáticas tan estigmatizadas como la del aborto. Aclaramos siempre que no somos médicas y que es obligación de las y los médicos brindar la información que damos; que las mujeres tienen derecho a consultar con sus médicas/os sobre el aborto, los distintos métodos, las características, riesgos y ventajas de cada uno; y que si sus médicas/os les niegan esta información tienen derecho a recurrir a otra/o que sí la brinde y que evalúe su caso personal. En la línea no evaluamos casos individuales, simplemente damos información pública general, resultados de estudios, información que se encuentra en el prospecto, contraindicaciones, la información que dio el gobierno sobre las precauciones por la falsificación de medicamentos, direcciones de hospitales públicos, información del programa de salud sexual y reproductiva. Toda información pública y veraz ya publicada relacionada con aborto. Quienes atendemos el teléfono somos mujeres que damos información a otras mujeres con un esquema de educación entre pares. Nos sirven de modelo experiencias históricas como la de los movimientos GLTTB que en los '90 tomaron en sus manos transmitir información a sus pares sobre HIV y cáncer de mamas y cuello de útero -cuestiones centrales para esos colectivos.

¿Reciben capacitaciones quienes atienden las líneas?

Nos capacitamos durante seis meses para este trabajo, con personas experimentadas, especializadas, tanto con médicas/os locales como con compañeras de los otros países. Seguimos haciéndolo permanentemente.

¿Cómo se financia?, ¿Quién sustenta el proyecto?

El proyecto cuenta con un financiamiento mínimo de Women on Waves, que donó un dinero para poder arrancar y del Fondo de Solidaridad XminusY, que es una financiadora holandesa que aporta donaciones para organizaciones y movimientos comprometidos con el cambio social. Quienes atienden la línea y quienes hacemos vocería o trabajo legal donamos nuestro trabajo. Los médicos y las médicas que trabajan como comité asesor también donan su trabajo.

¿De qué organismos recibieron apoyo?

Tenemos una "Declaración por la Información Pública para Abortar más Seguras" que elaboramos en cuando presentamos la línea y que está firmada por más de 200 organizaciones nacionales e internacionales sociales, territoriales, sindicales, de mujeres, gltb, feministas, partidos políticos e incluso organismos gubernamentales. Entre ellas mencionamos a Médicos del Mundo, la Cátedra Libre de Salud y Derechos Humanos de la Facultad de Medicina de la UBA, el Municipio de Morón, el INADI, y personas como legisladoras y legisladores porteños, diputadas y diputados nacionales, diputadas de la CABA, juristas y académicas/os.

¿Qué ayuda brindan a las personas que llaman?

Nosotras no brindamos ayuda si se piensa en asistencia, lo que brindamos es información confiable, veraz y oportuna. Información de fuentes autorizadas acerca de cuáles son los efectos del misoprotol, cómo se utiliza, cómo es el proceso normal subsiguiente, cómo detectar las señales de complicaciones y qué hacer frente a ellas. También, como ya hemos mencionado, sobre los derechos de las mujeres frente al personal de salud, sobre violencia sexual y doméstica y sobre anticoncepción de emergencia.
Creemos que esta información es vital en un país donde según el propio Ministerio de Salud de la Nación todas las mujeres, en promedio, abortamos dos veces en nuestras vidas a pesar de la ilegalidad de la práctica, lo que quiere decir que lo hacemos de manera clandestina, de ahí los riesgos altos para la salud y la vida de las mujeres. Donde todas las muertes son de mujeres pobres o de clase media empobrecida, y donde gran cantidad de muertes y daños graves a la salud se producen porque las mujeres no quieren ir a un hospital frente a los daños causados por las prácticas inseguras (sondas, agujas, hierbas) por miedo a ser denunciadas y maltratadas y donde se practican alrededor de 700.000 abortos anuales.

¿Recomiendan la utilización de remedios?
Nosotras no recomendamos nada, las mujeres nos llaman buscando información para comparar con otras fuentes, algunas más confiables, otras menos. Ellas toman sus propias decisiones, no estan esperando que nadie las tome por ellas. Buscan información sobre aborto porque es una experiencia que nos conecta a todas y de la cual nos es negado hablar incluso con nuestras/os médicas/os en función de una restricción que se termina transformando en una prohibición absoluta de siquiera mencionar la palabra aborto.
Recibir la información que nosotras brindamos no condiciona a nadie a interrumpir un embarazo y, si decidiera hacerlo, tampoco condiciona a utilizar un método en lugar de otro.

Por último, consideramos indispensable y urgente la aprobación del proyecto de ley presentado por la Campaña Nacional por el Derecho al aborto legal, seguro y gratuito, que hace dos años duerme en la Cámara de Diputados.